En él nos permitimos fabricar una nueva realidad que, a pesar de ser efímera, puede imprimir en nuestra comunidad una nueva percepción de nuestra cultura y sociedad. Es una aproximación a la cultura mexicana contemporánea, en la que lo ancestral se entrelaza con ideas y experiencias actuales y globales para tejer nuevos significados mediante la expresión, el baile y el respeto a lo que somos.