Año con año, Doritos le da vida al espacio de los amantes más exigentes de la música electrónica. Doritos Bunker es un mundo en el que el concreto y la naturaleza se mezclan, creando una propuesta original que va de la mano de la campaña de la marca. En el 2018, la ambientación de toda el área estaba hecha de triángulos invertidos de concreto, iluminados con luz roja, haciendo referencia al producto de Doritos.
Este espacio, que es uno de los que más aforo tiene dentro del festival, cobró vida debido a los elementos que lo conformaron: un arco de entrada luminoso, dos barras de 12 mts cada una, un escenario, dos módulos de impresión de fotos, y una estructura que fungía como photo opportunity en su interior, y como rampa de descanso con vista al escenario en su exterior.
El photo opportunity contaba con un camino de luces rojas por el que los asistentes llegaban a un cuarto de espejos triangulares con relieve, el cual lograba un efecto infinito. Al tomarse una foto y subirla a redes con el hashtag #DoritosBunker, la foto se mandaba automáticamente a los módulos de impresión, para que todos pudieran tener un recuerdo de esta única experiencia en el Carnaval.